Por desgracia este mes hemos visto como la llegada a las costas gallegas y asturianas de un vertido de pellets plásticos ha ocupado las páginas de actualidad. Un desastre ecológico motivado por varios contenedores accidentados en Portugal que vuelve a poner en relieve la fragilidad de nuestros mares y la necesidad de sustituir este tipo de productos por otros biodegradables.
¿Qué son los pellets plásticos?
Aunque hablemos a menudo de pellets para referirnos al combustible orgánico (procedente de madera principalmente) que se usa en muchos hogares, lo cierto es que los pellets plásticos no tienen nada que ver al resultar realmente nocivos para el Medio Ambiente. Son conocidos también como «lágrimas de sirena», “granza” o «nurdles» y son pequeñas piezas de plástico en forma de gránulos que se utilizan como materia prima en la fabricación de productos plásticos. Su presencia en la Naturaleza se ha convertido en un grave problema con consecuencias devastadoras.
¿Cómo llegan los pellets al Medio Ambiente?
La cadena de suministro de plásticos a menudo involucra el transporte de estos pellets en grandes cantidades. Desafortunadamente, durante el transporte y manipulación, muchos pellets terminan escapando al Medio Ambiente. Ya sea a través de derrames accidentales durante el transporte marítimo o por descargas inadecuadas en instalaciones de fabricación, estos diminutos fragmentos de plástico encuentran su camino hacia ríos, mares y océanos. Este justo ha sido el caso ocurrido en Galicia donde ha llegado el contenido muchas de las 1000 bolsas de 15 kilos repletas de pellets plásticos que había en cada uno de los 6 contenedores accidentados del buque Toconao.
Impactos ambientales de los pellets de plástico.
Estas son algunas de las consecuencias nefastas de los vertidos de pellets plásticos:
- Contaminación marina: los pellets llegan al agua donde son consumidos por la vida marina. Al ser ingeridos, pueden causar daño directo a los organismos y, al acumularse a lo largo de la cadena alimentaria, afectan a especies más grandes, incluidos los seres humanos. Es decir, se integran plásticos en la cadena trófica humana con los riesgos que conlleva para la salud.
- Persistencia y toxicidad: los pellets son altamente persistentes y pueden permanecer en el Medio Ambiente durante largos períodos. Además, al absorber productos químicos tóxicos presentes en el agua, los pellets se convierten en vectores de contaminación química.
- Impacto en la biodiversidad: la presencia de pellets afecta la biodiversidad al degradar hábitats y amenazar a especies, especialmente a aquellas que dependen directamente de los océanos.
Alternativas y soluciones:
¿Qué podemos hacer como individuos para mitigar el impacto de los pellets plásticos?
- Usar plásticos biodegradables: la transición a plásticos biodegradables es una opción prometedora. Estos plásticos se descomponen más rápidamente, reduciendo la carga ambiental a largo plazo.
- Sustituir los plásticos por materiales naturales: incluso mejor que los plásticos biodegradables son aquellos materiales naturales, orgánicos y sostenibles que no dañan los ecosistemas. Hablamos, por ejemplo, de micronizados a base de huesos y cáscaras de frutas que ya se utilizan con diversas aplicaciones en todo tipo de industrias.
- Apostar por el reciclaje eficiente: mejorar los sistemas de reciclaje y promover la conciencia sobre el reciclaje de pellets puede ayudar a prevenir su liberación a la Naturaleza.
- Innovación en el diseño: la reevaluación del diseño de productos para minimizar el uso de plásticos y fomentar soluciones de embalaje sostenibles puede marcar la diferencia.
- Educación y concientización: informar a la sociedad sobre los peligros de los pellets de plástico y promover prácticas más responsables puede inspirar cambios significativos en el comportamiento humano.