Auditoría Medioambiental

Estamos acostumbrados a oír hablar de las auditorías financieras de empresas y
organizaciones, sin embargo, las auditorías ambientales son mucho más desconocidas,
aunque igual o más importantes. Muchas organizaciones cuentan con un sistema de
gestión medioambiental que busca mejorar su desempeño ambiental en todos los
aspectos. Para mantener ese sistema de gestión actualizado y aplicarlo de forma
eficiente, es clave llevar a cabo auditorías ambientales con regularidad. Veamos en qué
consisten

¿En qué consiste una auditoría medioambiental?

Las auditorías ambientales persiguen cuantificar los logros y la posición
medioambiental de una organización o empresa realizando un informe sobre el
desempeño y la situación medioambiental alcanzada. Además, puede llegar a definir las
necesidades pendientes para mejorar los indicadores de tales logros. La auditoría parte
de un supuesto de voluntariedad y no ha de confundirse con inspecciones o
evaluaciones ambientales.

Objetivos de una auditoría medioambiental.

Las auditorías ambientales se realizan para garantizar que las empresas hacen lo posible
por preservar el Medio Ambiente. Por otra parte, estas auditorías tienen como fin
controlar las prácticas medioambientales de una empresa y garantizar el cumplimiento
de las diferentes normativas que les puedan ser de aplicación.
En general, una auditoría ambiental tiene estos 3 principales objetivos:

  • Identificar las prácticas de gestión medioambiental que funcionan de forma
    eficaz.
  • Encontrar diferentes áreas de mejora en lo que respecta al cumplimiento de la
    normativa ambiental.
  • Evaluar cualquier riesgo nuevo y potencial para el Medio Ambiente.

Principales tipos de auditorías medioambientales.

Existen tres principales tipos de auditorías que se realizan dependiendo de las
necesidades específicas de cada empresa:

  • Auditorías de Cumplimiento medioambiental.
    Son las más comunes a nivel mundial y se centran en comprobar si la empresa
    cumple determinados requisitos y sigue una normativa específica mediante una
    lista de control definida. Mediante este tipo de auditoría se verifica si una
    empresa cumple o no determinados requisitos al realizar una tarea concreta y
    pueden ser necesarias para la obtención de licencias específicas.
  • Auditorías del Sistema de Gestión Ambiental (SGA).
    Las auditorías del SGA, tienen como objetivo es evaluar los distintos sistemas de
    gestión implantados y determinar si funcionan eficazmente. Gracias a estas
    auditorías las empresas pueden asegurarse de que sus sistemas cumplen su
    cometido. Además, permiten a las empresas identificar dónde es necesario
    mejorar y tomar medidas al respecto.
  • Auditorías ambientales funcionales.
    Estas auditorías tienen por objeto determinar si una empresa cumple o no la
    normativa específica para determinadas tareas. Algunos ejemplos serían auditar
    el control de la calidad del aire o las instalaciones de gestión de residuos.

Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Medioambientales.

El sistema EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) es el Reglamento Comunitario
de Ecogestión y Ecoauditoría, una herramienta desarrollada por la Unión Europea que
reconoce a aquellas organizaciones que han implantado un SGMA (Sistema de Gestión
Medioambiental) y han adquirido un compromiso de mejora continua, verificado
mediante auditorías independientes.
Este documento, supone un ejercicio de transparencia reconocido por todas las partes
interesadas, incluidas las administraciones públicas y refleja el esfuerzo y
responsabilidad realizados por la organización para implantar un sistema de gestión
ambiental y cumplir sus requisitos.